Jorge García Cárdenas

Amazon


No es que os vaya a descubrir un nuevo mundo pero últimamente tengo la sensación de que las grandes corporaciones tecnológicas no tienen suficiente con el nicho de mercado que ya cubren. No me malinterpreten, es natural que para mantener un negocio a flote siempre se piense a lo grande y se busquen salidas fuera del escalón controlado que tu negocio ya conoce. Sin embargo grandes empresas como Apache, Exxon, Amazon, Apple, Alphabet, General Electric y pocas más, tienen la necesidad no solo de salirse de su curva de cliente habitual sino de controlar todo lo que le rodea.
En el caso de Amazon, conocida por su gran negocio de distribución online, en realidad consigue la mayor parte de sus ingresos gracias a la nube, ese concepto mal entendido por muchos. AWS ofrece una gigantesca posibilidad a cualquier entidad particular o corporativa que necesite máquinas virtuales o servicios de internet y a un buen precio.
Recientemente presentó grandes servicios como Snowmobiles, Lightsail, Computación de inteligencia Artificial bajo demanda y todos relacionados con la necesidad de gestionar grandes cantidades de datos pero también es capaz de presentarnos, Amazon Fresh, Prime Now o el más reciente, Amazon Go. Esta última es el llamado a ser el nuevo concepto de compra física.

Es interesante ver estos movimientos corporativos que no son llamados como una actividad que vaya a salvar a la empresa de una circunstancia económica difícil sino que son movimientos pensados en el crecimiento y en la no dependencia de una sola actividad lo que a ojos de cualquier entendido es la supervivencia de la expansión y base de un idealizado sistema capitalista.

Pero me surge la duda de si esta forma de gestión lo podríamos extrapolar a otras circunstancias como la economía familiar, la gestión de un Estado o la distribución de responsabilidades en un trabajo.